En el campo del sur de Francia, un aventurero tipo Indiana Jones entra en un matorral para encontrar un tesoro, pienso yo, pero un otro tío vestido de caza con un fusil de plástico buscando también otra cosa. Todo esto es muy extraño pero las posibilidades de encontrar a 2 putillas besándose y apretándose las tetas sobre una toalla son muy altas, y no tendrán piedad de lo que le saldrá primero en el camino. Y aciertan dando que los dos van tras un intercambio violento compartiendo los 2 tesoritos y enculándolas. Ellos se mamarán las pollas antes de follarlas al final delante de la mirada atractiva del matorral. La guapa rubia y la morena son unas verdaderas tigresas. Les encanta la polla y compartirlas es muy duro. Ellas cabalgan hasta al fondo de las enormes pollas muy duras e hinchadas a tope, y una vez enculadas recibirán una buena ducha de esperma directamente chupada de los hermosos y grandes cojones de nuestros dos súper héroes.
Una morena tetona, lleva unos botes y corsé. Dos jovencitas rubias, delgadas, con minifaldas, una de rojo y la otra de azúl celeste, esperando a la morena. Ellas se desnudan y se tocan. La morena disfruta del espectáculo acariciándose antes de correrse con un doble consolador, un tope para el ano y el otro para el coño. Ella se mete el tope más grande en su cremita, follándose y masturbándose. Las dos rubias arrodilladas, penetrándose con los dedos, le lamen sus tetas antes de tomar su consolador para deslizarlo totalmente en su cremita. La morena geme mientras que las dos rubias lamen el consolador. Ellas son perfectas, por que la hacen correr.
Dos rubias se encuentran en una mansión, una de ella está vestida de rojo, y la otra de negro. Al borde de las escaleras, ella rivalizan mostrando lo mejor de si mismas. Las chicas son una bomba. Ellas se tocan y lamen sus zapatos. La rubia, vestida de rojo, aspira el líquido de su amiga. Ellas se masturban el coño, frotándose el clítoris, mojándose el ano de saliva. Luego ellas se empalan en unas hermosas pollas de plástico, dos pollas enormes, una negro, y la otra morada. Ellas se penetran y se masturban. La rubia, vestoda de negro, se pone un cinturón con un doble consolador mientras que la otra, lo lame arrodillada, luego ella la sodomiza y la folla con esta arma doble estremecedora. De pies, su compañera se pliega adelante, dejando el culo bien abierto. La rubia vestida de rojo, se corre sentada en el doble consolador.
Encontramos a dos putas españolas en un callejón, comiendo unas patatas fritas de un famoso fast-food americano. El tío habla con ellas un poco, antes de proponerlas una pequeña session de polvo, grabada por su amigo cameraman. Muy entusiasmadas, ellas se lanzan en esta hermosa escena de sexo. El tío se hará mamar por las dos guapas latinas, antes de follar a una, luego alternando, en el mismo tiempo, entre masturbación de coño con los dedos y mamadas de polla, ellas haciendo casi todo. Pero alguien los podía pillar y sería major ir en un lugar tranquilo y privado. Así que irán en una cala abandonada para poder disfrutar a gusto. Sigue un primer plano con las chicas desnudas en la arena, con los culos al aire. Ellas se lamerán el coño mutuamente antes de forrarse un gran consolador con dos topes rojos. Alcanzan el orgasmo bajo este sol encantador, pero ahora quieren un tío verdadero dando que este plástico es ok, pero no puede sustituir una hermosa polla vetada y recta como un palo. Así que, se lanzaron en un polvo tórrido con sus perras latinas, listas a todo para tener su momento de fama, delante de la cámara. Ellas se follarán en todos los sentidos y cada una se tomará a lo grande antes de que el tío, sin poder abstenerse más, estallará su leche entre las chicas. Una de ella recibirá su dosis en el ojo, cegándola un poco. Y, con el maquillaje corriendo en su mejilla, ríe con su amiga de esta descarga de esperma que pegó demasiado fuerteÂ…
En la cárcel, el tiempo se hace muy largo y una se puede sentir muy sola. Cuando están con otra detenida, las chicas acaban muy a menudo en darse placer mutuamente... Catia y Lesli no hacen excepción a la regla, Catia se encuentra rápidamente con la cabeza entre las piernas de su compañera, arrancándole unos suspiros de placer... Pero la sorpresa llega cuando Lesli, llena de gratitud, decide hacerle lo mismo a Catia. Instalada entre sus piernas, ella lame con aplicación el clítoris hinchado, hasta que Catia, hinchada de placer, se corre a chorros sucesivos y calentitos, una eyaculación femenina como nos gusta...
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