¡ A veces la vida es tan simple para Manu el albañil quincuagenario como un golpe de polla ! Él trabaja en casa de una de sus clientes que lo ha dejado solo con su hija, que está revisando sus parciales en el balcón. Y con su mirada capo no deja indiferentes a las muchachas traviesas hambrientas de sexo. Mientras que Manu llena a la gran Berta, su mezcladora de cemento se da cuenta de que es observado por Katarina la hija de su cliente que estaba normalmente en revisión completa. Manu decide tomar un descanso para familiarizarse con la estudiante. Él saca su polla ante los ojos divertidos de Katarina quien de inmediato lo toma en su boca con una glotonería desconcertante. ¡ Él tiene la impresión de que ella no ha comido polla durante una semana ! Katarina arrastra al albañil en su habitación a ser protegidos de miradas indiscretas. Manu se aprovecha para quitarle sus bragas y después de olerle su húmedo coño, comienza a darle golpes en su chocha con una fuerza de Toro. Luego Katarina como cualquier puta que se respecta lame el culo peludo del quincuagenario antes de ser jodida al estilo perrito y de recibir su esperma encima de su cara de puta bien follada.
