Wilma jubila como nunca a la idea de hacerlo con un negro papá. Ya que ella soñaba con recibir una polla negra, ella será llenada. Carlos su vecino de al lado le ofreció follarla mientras que su mujer este en el trabjo. Wilma traviesa como ella es, no dudó un segundo antes de aceptar la propuesta indecente. En espera de la llegada de su vecino empieza a tocarse, meterse los dedos para calentar el molde ya húmedo de deseo. Para ampliar el coño y dar la bienvenida a la polla de Carlos, ella se mete un consolador con forma de daga transparente. Es ahora que su vecino entra en escena, coge el consolador y lo empuja en el fondo de su coño que no deja de culebrear de placer. Después de lubrificar bien con el consolador daga Carlos aparta sus ninfas como un triángulo antes de meterle su verga. Entonces nuestro papi negro empieza a follarla en el sofá en la posición de sentado delante y por detrás. Al sonido de sus gemidos, suponemos que ella adora dejarse coger el coño a lo perrito. Finalmente después de cogerla al misionero Carlos saca y descarga su semen precioso en la cara de Wilma que lo extiende por la cara, porque no hay nada como una máscara de esperma para permanecer joven para siempre
