El desayuno está servido en la cocina, adonde un jovencito está probando la enorme polla del chef hasta los cojones. Aquí llega el joven aprendiz que no se deja rogar dos veces para acompañar a su amigo y embocar también el grande calabacín del chef. Nuestro jovencito es obediente, y un aprendiz muy atento, así que después de haber mamado la polla, se verá obligado ejercer una doble felación. Luego, los otros dos tíos decidirán divertirse un poco con él. Mientras está humillado y penetrado con un plátano, ellos lo follarán a turnos hasta rociarlo con chorros de esperma caliente. ¡El trabajo oral es muy exigente!
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