Un joven monín con el pelo estrechamente afeitado, tan jóven como rubio e imberbe, se da una ducha. Su amigo, tan rubio y liso como él, pero un poco más peludo, entra en el baño (para comenzar) y se cepilla los dientes. Constatando que su amiguito aún no terminó su ducha, decide acompañarlo. Más bien que enjabonarle la espalda, él es muy interesado en su polla, haciéndola aumentar el volumen chupándola hasta los cojones, e intercambiando luego los papeles. Excitados a tope, ellos salen de la ducha y se asientan sobre los aseos para que Anthony, alias Cabeza Afeitada, pueda volver otra vez a mamar la enorme polla de su amigo. Excitado ahora como un asno, posiciona a su querido a lo perrito y le chupa lentamente el agujero del culo, penetrándolo con los dedos para dilatarlo mejor y forrárle al final su enorme palo hasta al fondo de su culo. Lo encula como es debido, pero como es un tío del tipo igualitario, él se mete a su turno a lo perrito, haciéndose forrar el culo, gimiendo de placer. Después de haberse bien enculado uno al otro, ellos se vacían los cojones sobre la cara de su querido. ¡Hay que meterse otra vez bajo la ducha!
Gilles, nuestro famoso guarro jovencito, convenció a dos amigos suyos a ayudarlo a despegar el papel pintado de su habitación. Su habitación le va servir, pero despegando a vapor, dando que los tres canallas follarán allí. Comenzarán el trabajo doméstico, desnudándose, tocándose y masturbándose contra el muro. Esto no despegará el papel pintado pero, al menos, hinchará las pollas que saldrán rápidamente de su bóxer para terminar con una o dos en la boca de un tercero. Ellos son súper excitados y muy decididos en partirse el culo a turnos con los cojones llenos y con su enorme perforadora en sus agujeritos que se dilatarán con la saliva como un líquido de enfriamiento. En realidad, ellos no se enfriarán, dando que, al final, nuestros obreros de domingo descargarán chorros gruesos de esperma caliente de sus instrumentos pesados. ¡El papel pintado sigue pegado al mudo pero, al menos, no pueden decir que no han hecho nada durante todo el día!
Un tío joven acaba de mudarse en su nuevo apartamento invitando a su amigo para una fiesta de inauguración de su casa. Y porsupuesto que es una trampa. No hay ni fiesta ni inauguración, pero esto lo excitará muchísimo. Besos a bocas llenas, caricias cada vez más precisas, ellos se desnudan rápidamente con la polla recta, y voraces. El invitado no víno para nada, y se lame el culo de su anfitrión, y no será por cortesía sino para prepararlo en acoger su enorme polla. No tardará mucho en mostrar su reconocimiento por haber sido convocado forrándole a lo perrito el culo dilatado de su amigo antes de girarse para encularse el también. No se olvidó de traer el postre en forma de crema de leche estallada del tubo grande de carne a grandes chorros calientes. ¡Mejor que una cena romántica: una cena de polla en el culo!
Pasan cosas muy calientes en las bodegas de las afueras de la ciudad. Gilles, Constantino y Mateo, tres canallas del barrio, se instalan en la bodega de mala muerte con un montón de ideas en sus calzoncillos. Ellos se acarician y se besan con la boca llena mientras se están desnudando. Gilles es el más guarro y ninfómano de la banda, y se apresura a devorar la enorme polla de Mateo que ya está excitado como un asno. No pasará mucho hasta que los otros dos hagan lo mismo, mamando y acariciando cada uno a los otros dos. Gilles es aún el más caliente de todos, será el primero que ofrecerá su culo a Mateo mientras está mamando a Constantino. Una vez bien dilatado, cambiará de turnos con Mateo que también está soñando con un buen salchichón en su culo. Gilles lo encula profundamente mientras está mamando a Constantino y Mateo goza de felicidad y alegría de recibir sobre su vientre el placer caliente de Gilles que se corre encima de él. ¡Tenemos aquí tres tíos que han encontrado una alternativa mejor que robar carteras en la calle!
Unos jóvenes ciudadanos en paseo normando vienen a tomar el apéro en casa del habitante, porque les gusta extender el círculo de sus relaciones. La sidra y el calva hacen rápidamente su pequeño efecto porque nuestros amigos abandonan rápidamente los cacahuetes para unas tapas de una talla más grande. 3 de un lado del salón, 2 del otro, los cinco pequeños guarros se lanzan a una exploración no del boscaje normando sino de los orificios rectales de unos y otros con una gran cantidad de dedos y de lenguas, sin olvidar mamar golosamente las enormes menhires (oh no perdón, es bretón, esto)de los amigos. Después de la mamada sigue el plato fuerte y el desgarro de los culos, normandos para la ocasión, a golpes de pollas muy duras forrádas hasta los cojones. Enredados por dos, por tres, por todas partes, cada uno mamando co enculándose hasta que la buena crema de leche o más bien caliente de Normandia estalla a grandes chorros. ¡Las vacaciones verdes, animan la salud!
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