Después de un partido de intensa virilidad, tres jugadores de hockey se encuentran en un vestuario para una sesión de masaje. Acostado sobre la espalda, un tipo guapo se deja masajear el pecho por un chico y los muslos por un otro. Este último no tarda mucho en sacarle la polla del suspensorio para chuparla bien. A continuación, los dos masajistas le chupan la polla por turnos. Muy pronto, estos tres glotones se chuparán bien como se debe. Después de esta buena introducción, el rubio de culo codicioso se deja follar el ano metódicamente por cada uno de sus colegas que terminan cubriendo de esperma su rostro de puta!
Que calor hace en la cocina: el empleado mama el aprendiz que masturba el primer cocinero mientras que el jefe lo encula. Quién chupa una gran polla se hace follar el culo, el que besa uno, sodomiza otro. Están dos, luego tres, luego cuatro, luego cinco, es un remolino de culos chupados, bálanos lamidos, de mamadas a dos bocas o a dos pollas y finalmente un diluvio de esperma que hace correr todas las pollas al mismo tiempo.
Dos tíos toman una pausa bien merecida después de trabajar a tope a la finca. Se alargan en un almiar de heno bajo el techo de un granero. Ellos se besan suavemente, se acarician el busto y se abrasan con ternura. Luego se chupan con gula. Ternura es la palabra en que uno piensa viendo estos dos tíos hermosos. Otro granjero se acerca. El trío sigue chupándose en el mismo ambiente. Luego uno de ellos empieza a lamer un ano con el fin de una buena, profunda y muy intensa sodomía. Acaba eyaculando fuera en una euforia total.
Venga, hacemos una piedra y un cincel, si tu pierdes, te la mato yo en el culo ! es eso esencialmente lo que han dicho estos dos tíos antes de actuar. Después de varias derrotas, el tío en camisa rosa se ve obligado a ponerse de rodillas para honrar su apuesta. El moreno quita su chándal y saca la polla y la pone de inmediato en la boca de su amigo. Los ojos cerrados de placer, comienza a chupar con aplicación. A este hijo de puta le encanta sentir la polla profundamente dentro de su boca hasta que lo hace llorar. Después de unos minutos, lo encontramos tendido sobre una pared, su culo a disposición de su amigo. Escuchalo gemir como una putita mientras le follan su ano. Mira como está suplicando con la mirada pidiendo que su amigo siga enculando profundamente antes de llenarle el torso con semen.
Dos buenos amigos, uno de ellos un Adonis genuino, pagan por un gigoló y lo llevan a una habitación de hotel para encularlo. Ellos empiezan por hacerlo mamarlos y luego le exploran la profundidad del ano. ¡Le desgarran el pequeño agujero y la mejor parte es cuando se corren el esperma sobre todo su cuerpo!
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