Kémal toma el sol, tranquilo en la mansión de su cuñado. El único problema, es que debe compartir el chalé con el hermano del tío. Ningún problema, viendo que el tío está bien musculoso y que le gusta jugar con sus pectorales al borde de la piscina. Kémal empieza a tener la polla que se endurece. Jugueteando, empieza a calentarlo un poco... Sorpresa, estos juegos hacen que los dos se ponen muy cachondo. Se desnudan y se besan como locos, mordiscando sus pezones, lamiendo sus abdominales bien duros. Pero el tío todo excitado tiene ganas de follar el rebelde como un perro. El cachondo de Kemal, le atrapa el brazo y le aparta el culo. De un golpe seco, le mete toda su polla hasta los cojones. Kémal ve las estrellas. Completamente asombrado por la descarga de placer bruto que le perfora el ano, se deja follar como un pollito. El tío esta como loco, le desgarra el ano como un maníaco, aullando de placer. Grita como si fuera un concierto, y descarga litros de leche espesa hasta el fondo de las entrañas del moreno. Exhausto por el placer, el tío confesa a Kémal que ha sido la primera vez que haya follado a un tío tan bueno. ¡Encantador!
