Un tío curioso de cabellos oscuros tiene ganas de hacerse mamar la polla. Y lo hace gracias a un dispositivo adecuado, y pronto, su pene es tan hinchado como un globo para excitación. ¡Pillándolo en pleno juego, su novio ya no puede quitar la válvula de inflación para ponerla en su boca! ¡Después de estos preliminares amorosos, el instrumento de nuestro jovencito está listo para explotar cualquier culo y su compañero de aventuras sexuales es el que se apartará ampliamente a sus asaltos! ¡En un ambiente deportivo, los dos perversos tienen sexo, interrumpiéndose solo por pausas de rimming hasta que alcanzarán el clímax cubriéndose la cara uno al otro con esperma!
Un moreno muy sexy de unos treinta años, en buena forma, conocido bajo el nombre de Lucky Taylor, intenta tomar en su cama a un guapo tío de pelo grueso. Él llega allá obligado a un beso sensual en el sofá que pronto será utilizada como soporte para una buena mamada. ¡El pene del treintañero aumenta cada vez más mientras su compañero lo chupa como un profesional y los roles se intercambian hasta que a uno de ellos se le ocurre la idea de sacar un juguete de plástico, un pequeño consolador que aparta el ano para una sodomía extrema! Completamente desgarrado en el sofá, la víctima de los asaltos del tío de cabellos oscuros dejará salir algunos gritos de placer antes de una corrida facial compartida. El clásico Lucky Taylor.
En un partido supuestamente amistoso entre dos equipos de jugadores estudiantes, dos concursantes se confrontan y parecen mantener una cierta tensión sexual en el campo, esta aversión afecta a uno de ellos hasta al punto de proponerle al otro de aislarse para resolver el problema. ¡Unos minutos después, desnudos y bien excitados, los dos jovencitos jugadores alternarán los papeles para ofrecerse uno al otro unas mamadas babosas, como si fuera un partido de pollas y luego, después de una rápida lubricación anal, el pene del jugador tatuado será forrado progresivamente en el ano de su adversario, ya convertido en un compañero de sexo, para deslizar sensualmente hacia una sodomía que calmará a nuestros dos jugadores reconciliados bajo los chorros de esperma!
Éste tío no tiene nada que hacer en este hangar abandonado y lleno de graffiti por todas partes, pero hizo bien aislarse un poco para hablar por teléfono, tranquilamente y sin desconfiar. Pero, de repente, un cabrón gay sale de la nada y empieza a acostarlo, pidiéndole el dinero y el teléfono. ¡El jovencito ingenuo no sabe mucho cómo reaccionar y, aprovechando de esta debilidad, el agresor homosexual empieza a forzarlo para que le chupe la polla! Este último se excita muchísimo y luego, sin poder aguantar más, se coloca rápidamente contra la pared para hacerse encular. ¡Vaya sorpresa! Mientras que el cabrón le aplica un buen suplicio anal, nuestro tonto crédulo disfrutará de una experiencia única en cuanto a su propia sexualidad...
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